La búsqueda de la cintura perfecta ha sido un tema recurrente en la moda y la belleza, y figuras como Kim Kardashian han vuelto a poner sobre la mesa la discusión sobre los estándares de belleza y los riesgos asociados. En la gala MET, Kim Kardashian lució un vestido ajustado que apenas le permitía realizar movimientos, presumiendo de una cintura de avispa inalcanzable para el resto de los mortales. Sin embargo, detrás de esta imagen de belleza hay prácticas extremas y peligrosas que pueden afectar la salud. La moda ha desafiado los límites de la salud y la sensatez, y las tendencias virales en internet han fomentado la búsqueda de una cintura perfecta a cualquier precio. Desde el uso de corsés constrictivos hasta dietas restrictivas, estas prácticas pueden acarrear riesgos para la salud, como la pérdida de líquidos y minerales, lesiones musculares y problemas gastrointestinales. Además, estas tendencias han originado un intenso debate sobre la promoción de una imagen corporal de las mujeres que no es saludable, fomentando trastornos de la conducta alimentaria y distorsionando los estándares de belleza. La doctora Maritina Martínez ha señalado que la cintura estrecha ha permanecido como símbolo de la virginidad núbil de la mujer, de fuerte atracción sexual, y que no se trata tanto de la estrechez, sino de la ratio. Es importante recordar que la belleza no debe ser sinónimo de riesgo para la salud, y que las tendencias deben ser analizadas críticamente para no promover prácticas perjudiciales. La moda debe ser un reflejo de la diversidad y la inclusión, no una fuente de presión y ansiedad para las mujeres. Es hora de replantearnos los estándares de belleza y promover una imagen corporal saludable y diversa.