La nueva variante de COVID-19, conocida como FLiRT, ha generado preocupación entre los expertos en salud en Estados Unidos debido a su rápida propagación y características únicas. Según los Centros de Control de Enfermedades (CDC), FLiRT representó el 25% de los casos de COVID-19 en el país entre el 14 y el 27 de abril, convirtiéndose en la cepa dominante en la región y superando a la variante JN.1. Entre los síntomas registrados de FLiRT se encuentran fiebre, escalofríos, tos, dolor de garganta, congestión, secreción nasal, dolor de cabeza, dolores musculares, problemas para respirar, fatiga, pérdidas de olfato o gusto y síntomas gastrointestinales. Aunque los síntomas parecen similares a los de otras variantes, la variante FLiRT posee cambios en la proteína de la espícula que la hacen más preocupante para los expertos. Además, la tasa de actualización de la vacuna COVID-19 es baja en la población de los Estados Unidos, lo que aumenta el riesgo de una ola de casos. La decana de la Escuela de Salud Pública de Yale, Megan L. Ranney, advierte que “una inmunidad que se debilita” aumenta el riesgo de que se produzca una ola de casos. En España, aunque la covid-19 ya no se considera una emergencia para la salud pública, el Instituto de Salud Carlos III sigue vigilando la incidencia de la enfermedad y ha detectado una tasa de hospitalización por covid-19 del 0,3 casos por 100.000 habitantes. La variante Pirola, BA.2.86 es la más común en los casos de covid-19 en Atención Primaria y hospitales. Es importante que la población siga tomando medidas de prevención y se mantenga informada sobre las últimas noticias y recomendaciones de las autoridades de salud para evitar la propagación de la enfermedad.